Encuentros ineludibles

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Con idea de llevar Paisanaje, al mayor número de lectores posibles, regreso a Donostia y Gasteiz, como con publicaciones anteriores.

  La tarde del 20 de Febrero, novela, autor y lectores de Donostialdea nos citamos en FNAC. En el espacio de eventos, que precisamente tienen adyacente a la librería, hubo ocasión de compartir con los asistentes, parte de los entresijos del relato, pero especialmente, la motivación que encontraba en afrontar la escritura de una novela que en mi opinión se sostenía principalmente sobre tres pilares. Estos serían la despoblación rural, la memoria histórica y la tensión social que por distintos aspectos se manifestaba en el ambiente político español del año 2017.

Muy buenas sensaciones y especialmente agradecido a los lectores que se trasladaron desde alguna localidad no precisamente cercana a la capital de Gipuzkoa.

Como guinda, tuve el placer de conocer en persona al escritor, periodista, poeta y espero que ya amigo, Félix Maraña. Hace ya unos años, que nos tratábamos de manera epistolar, si así se me permite referirme al contacto que se puede tener de manera personal por las redes sociales. Una charla enriquecedora, un poco de alterne después del evento y la querencia de que este encuentro, sea el primero de otros por llegar.

Pocos días después, el 25 de febrero concretamente, ocurría algo parecido en Vitoria-Gasteiz.

Nuevamente desde la Librería Elkar, me abrieron sus puertas permitiendo realizar la que ya es una cita ineludible. Presentar otra novela más allí.

  Si cinco días antes me dirigí al publico en solitario, en esta ocasión tuve la fortuna de que la escritora local y de novela negra, Vanesa de la Puente, dirigiese y dinamizase el evento. Así la verdad, que uno se siente estupendo. Que no es que incomode ceñirse más o menos a un guion establecido, intentando no olvidar de tratar ningún aspecto interesante o importante de la novela, que es lo que suelo hacer cuando afronto las presentaciones en solitario. Pero poder transmitir el mismo mensaje dialogando, debatiendo, es más entretenido e ilustrativo para todos.

 

 

 

 

 

 

 

A Vanesa la conocí cuando asistió a una presentación de mi anterior novela Dolor. Desde entonces, hemos estrechado lazos profesionales, nos hemos leído y me llevé una gran alegría cuando accedió a mi petición para que me acompañase en el acto.

Aunque hay más encuentros con lectores previstos y alguna (espero) participación importante en un muy importante evento literario, la rutina del escritor me reclama para ir sumergiéndome de nuevo, en otro proyecto de novela.

Alternar todas estas actividades sin descuidarlas, es un reto. Pero como cuenta el dicho: Sarna con gusto…