Aire antiguo

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Sin duda la cerradura estaba dormida, no en vano pueden ser varios meses, incluso un año o mas que permanecía inactiva.Se diría que rehusaba a que la llave activase sus resortes, como alguien a quien se despierta y tras unos segundos de vacilación comprende que ha sido arrancado de cuajo de un mundo a otro. Al tiempo que gira la llave comprende que ese objeto es la proyección metálica de una clave, una metáfora o una fórmula  fantástica que en los cuentos podían ser sortilegios o retorcidas contraseñas, pero todas ellas y la llave también, le revelan un inesperado pensamiento ahora que la puerta empieza a ceder.

Entra en una casa e inspira con fuerza el frió que sostiene el aire, percibe los aromas que ha ido adquiriendo removiéndose estos meses por los rincones de la casa, pues ahí quedó atrapado al final del último verano. Entonces ese aire portaba reverberaciones de júbilo, alboroto de chiquillos, sujetaba aromas de las últimas veladas de Agosto y comenzaba a impregnarse de los primeros amarilleos en los chopos en Septiembre, pero en cualquier caso es aire del pasado, es aire antiguo.

Al tiempo que abre la puerta nota que se revuelve como un perro atado cuando reconoce el gesto del amo que acude a liberarlo. Así que abre todas las ventanas y el aire escapa corriendo tras el palo que le lanza para jugar. Es seguro que a diferencia del perro, este aire no volverá para continuar con el juego y será mejor que no lo haga porque podría encerrarlo en distintas habitaciones para su recreo y no en las alcobas del recuerdo selectivo de la mente.

Ahora sabe que al Tiempo le incomoda que jueguen con el, por eso escapa corriendo montado en el aire cuando abre las ventanas. No comprende como afuera de los muros que lo han custodiado, parte del mismo tiempo discurre al cadencioso paso habitual, mientras su parte recluida se perpetua en la espera de que se gire o no, una llave en una cerradura. No sabe el Tiempo que quien abre la puerta se burla inconformista de el, al reencontrarse con el pasado de una manera física. No sospecha, y quien sabe si le importaría saber, que la intención de quien gira la llave está en atrapar de nuevo los aires de otros veranos, otros inviernos, otros lugares, de concretos momentos o puede que solo de unos brazos a los que siempre espera volver, aunque solo pueda ser llenando sus pulmones de aire antiguo.

 

 

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