Muy honrado por haber sido invitado a participar en la 43ªSemana Cultural del Txoko Soloarte, en Basauri.
Estos lugares, los Txokos, también conocidos cómo sociedades gastronómicas, no son únicamente un espacio de reunión, de encuentro, de autentico culto a la cocina y todo lo que conlleva a su alrededor, especialmente en el ámbito social. Los hay que cómo este, organizan anualmente una serie de eventos, de charlas impartidas por destacadas figuras del deporte, de la ciencia, de la medicina, música, literatura… Varias veces a lo largo de la vida, he acudido cómo público, pero esta vez, he sido uno de los ponentes
Allí nos reunimos un buen número de personas compartiendo un rato ameno. El acto consistió en un recorrido por distintas ambientaciones históricas de mis novelas. Desvelando cómo procuro manejarlas para intercalarlas en los relatos. Qué selecciono, qué no. Cómo dar forma a una novela siendo riguroso con lo estrictamente histórico, o personajes reales, para entremezclarlo con la inventiva… Y a su vez, desvelando algunos episodios históricos relacionados muy concretamente con nuestro entorno, casi local (Basauri, Bilbao, alrededores…) y el plus que supone para un lector, en mi opinión, descubrir lugares familiares, como escenarios de tramas novelescas en otros tiempos.
Me gustó el formato porque normalmente, me prodigo en presentaciones de la última novela publicada y en esta ocasión, pude rescatar todas pero no para hablar de ellas en concreto, si no de la historia que les da su carácter.
Este tipo de encuentros son un regalo para cualquier autor. Poder estar con los lectores, compartir con ellos algunas anécdotas o conocer la impresión que tienen de mis novelas, supongo que carga de energía a cualquier autor.
Hay un público desconocido para los escritores. Salvo los cercanos, prácticamente la totalidad de los lectores. Personas que siguen nuestros trabajos y encontrarnos con ellos, nos hace mucho bien.
