Dos días de firmas en la Feria del libro de Bilbao.
La verdad es que el viernes hizo mucho calor. A las siete de la tarde aún había 35º y el público se animó a acercarse por el recinto mas tarde, cuando aflojó un poco la temperatura.
Por contra el sábado hizo un clima estupendo, unos veinte grados, cielo nublado, un poco de brisa… a mi me gustan así, el sol y yo no hacemos muy buenas migas.
Sí que fué una tarde de afluencia continua de gente y bueno, tuve la ocasión de aparte de dedicar ejemplares, hablar con la gente que se acercaba curiosa a preguntar por algunos aspectos de la novela.
Hay que decir que lo mas «choca» a la mayoría del público de Bilbao y alrededores es tener conocimiento de la existencia de un asentamiento de la Edad del Hierro en la cima del monte Malmasín.
Supongo que quizás por lo cotidiano de un lugar, el descubrirlo con otro sentido en la historia se nos revela como algo fuera de contexto.
Aunque el tiempo que estuve, casi no me moví del stand donde estaba firmando, tuve la ocasión de conocer y departir con algunos escritores como Félix González Modroño, Juan Bas, Francisco Letamendía y Josu Turuzeta. Unas personas muy accesibles y amables a las que agradezco sus ánimos y felicitaciones.
El próximo fin de semana de nuevo estaré por allí. A la feria aún le queda toda la semana, no termina hasta el domingo día 10 de junio.
Yo me vine con un par de libros que ya estoy deseando «hincarles el diente» («Ostras para Dimitri» de Juan Bas y «La increible historia de Martín Arbezu» de Iñaki Egaña).
Os animo a que os deis una vuelta por entre las casetas de libros, seguro que encontrareis algo que merezca la pena.
